de la lluvia furiosa de palabras gastadas
que aunque no pronuncié, en mi boca tatuadas
permanecen latentes.
Porque siempre te he amado, impasible maldito,
que a la luna engañosa regalaste tus venas
en un descuido mío, pactando la condena
que silencia mi grito.
Mis besos cirujanos precisos y perfectos
han tomado textura de fotos amarillas,
de miradas furtivas detrás de las mirillas,
y de burdos pretextos.
En la noche impasible espero acurrucada:
mi corazón terroso espera nuestro encuentro
letal y enamorado,esculpiendo por dentro
mi viaje a la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario