jueves, 1 de enero de 2015

Los besos perdidos

Este es el poema de los besos perdidos.
Tantas veces pedidos,
tantas otras negados.

En mi última mirada,
devolví tu sonrisa,
luego huí a toda prisa
en la noche cerrada,

y mientras te morías
como un tren solitario
envuelto en un sudario
de nieve, dura y fría,

un hacha deshacía
con filo desalmado
los besos reservados
que nunca te daría.

Mi deuda con tus besos
es mi diario tormento,
soy un arbol sediento
de besos deshauciados,

y cuando bebo el vino
de negar, tan amargo,
me pierdo en el letargo
de mi oscuro destino.

Envenenadas flores
de nuestro epistolario,
de nuestro calendario
de los viejos dolores.

Tu amor ahora me cubre
con punzadas de hielo:
si, te besé en el suelo
esa noche de Octubre.

No hay comentarios: