jueves, 1 de enero de 2015

DEMONIOS



Clavada a las palabras que me callo
milimetro silencios incendiarios.
Han llegado por fin los calendarios
a la fecha olvidada en la que hallo

un matiz de filosa acupuntura,
un pico de cuchilla imperceptible,
un muro de papel inabatible,
una pequeña gota de angostura.

Tu cerrojo a mi boca olvidadiza
es la soga que ahorca mi destierro
sambenito colgando y cruz de hierro
que marca mi memoria quebradiza.

Yo te quiero y te quiero, te constato,
y sé que no soy fácil, la postrera
razón que me compete es compañera
de absurdos argumentos que combato.

Quiero que me perdones, tú ya sabes
lo que te estoy pidiendo, haz un guiño
de engaño a tu memoria, tu cariño
podrá dinamitar todas las naves

que me alejan de ti si haces historia.
Aparte del perdón, quiero el olvido
de esa parte de mí que es como un nido
de serpientes vacías de memoria.

No hay comentarios: