jueves, 1 de enero de 2015

OLVIDO




Yo defiendo el olvido, terapia milagrosa
si se logra escribir una página nueva,
no digo en blanco, no, la anterior se releva
-maltrecha y arrugada- por otra vigorosa,
el antes es soporte, es saber, es conciencia,
y nos marca el camino sobre las cicatrices
que sujetan los pies calzados de raíces
que van suministrando sus dosis de paciencia,

yo defiendo el olvido que permite la risa
que arrincona esa sombra que mata la mirada,
es lícito olvidar, - la frente levantada,
los ojos penetrantes, la garganta insumisa,-
y aunque no lo parezca, defiendo la alegría,
-de todos es sabido que la apariencia engaña-
y aunque la pena a veces me desgarre con saña
pugna por inundarme su luz, -quien lo diría-

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