domingo, 9 de diciembre de 2018

DRAGON


DRAGONES

He soltado la amarra y me quedo en la orilla
de ese mar cenagoso donde tu barco atraca,
la retuve en mis garras burlando la resaca
aferrada a tu imagen gastada y amarilla.

Mis huesos congelados se doblan y se extienden
rompiendo una coraza que impide respirar,
y mi piel desplegada se dispone a volar,
y mis dientes se chocan, se humedecen y muerden.

Mis alas se desprenden de objetos venerados
que clavados a fuego laceran mi estructura,
se elevan hacia el cielo formando tu figura
mientras vuelo muy lejos del mar de los ahogados.

En el borde del ojo una lágrima inerte
congelada en el tiempo apaga su destello,
y mis cuerdas vocales lacradas con tu sello
vomitan en el fuego el nombre de la muerte.

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