
bajo una piel de apéndices punzantes
-donde tiene escondida una fortuna
de versos delirantes-,
él está diseñando una escalera
construída con restos oxidados,
con ascuas apagadas de una hoguera,
con sueños extraviados,
él me dice con voz de terciopelo
o me clava sus púas en la frente
con precisión de gélido escalpelo.
su verde corazón de espina ardienteconvierte en mariposas las serpientes
alzandolas al cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario