sábado, 3 de enero de 2015

AGÓNICA SERPIENTE




Qué tristeza de frentes
que agacha la miseria,
qué desierto de hombres solitarios,
qué noche refulgente
de estrellas en arterias
cercenada por sucios mercenarios,

qué llanto con el hambre
de algún digno futuro,
qué marea de harapos de colores,
qué piernas como alambre
qué mundo tan oscuro
que sueña con vivir tiempos mejores.

Qué frontera de espino
donde clavar la pena
devoradora hostil de la esperanza,
qué largo es el camino
que lleva la condena
que intenta equilibrar esta balanza.

Con la santa compaña
que habita en el desierto
Africa se desangra lentamente,
vá camino de España
vá dejando en sus muertos
los restos de una agónica serpiente.

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