domingo, 18 de enero de 2015

A LA MITAD MI LENGUA



Querer llorar por ti es esfuerzo vano,
has partido por la mitad mi lengua,
en las lagrimas que borró tu mano
crece mi alma, y la tuya mengua.

Cuanto te amé se queda arrinconado
en ese ir y venir de la amargura,
en mi espalda lo dejo abandonado:
tu reino para ti , tu mano dura.

Amargura a la espalda, libre el pecho
de voraces negruras maldolientes
no siento rencor, odio, ni despecho,
no siento nada de lo que tu sientes,

no me siento distinta, ni asustada,
siento por fin un respirar sereno,
ésa tristeza que me tiene ahogada
es mi propia prisión, otro veneno.

no quisiste escuchar la sintonía
que me tenía atenazada y rota,
ya no importa, tu duro día a día
fue mi golpe final y tu derrota.



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